Como era ya costumbre, en Halloween celebraríamos una fiesta, todas mis amigas y yo: Manoli, Silvia, Natalia, Mª Ángeles, Mª Teresa, Grego, Cristina, Rosa Mª, Mª José Trujillo, Mª José López y yo, todas las compañeras de clase.
Pero se acercaba ya Halloween y no sabíamos donde hacerla. Yo pensé que en mi corralazo, pero mi hermano la celebraría allí con sus amigos. Bueno había gente que tenía sitio pero, a una no le dejaban, otra la tenía lejos del pueblo, en otro no había cocinilla, en otro ya había sido y no queríamos separar la pandilla de amigas y no celebrar la fiesta.
A pocos días ya de celebrarse Halloween dije, bueno si queréis hacerla en un lugar donde ya ha sido se hace allí y ya está. Y en eso quedamos, compramos y preparamos todo.
Pero resulta que querían salir a pedir caramelos, pero en ese día se celebraba la fiesta, así que pensé:
salimos a pedir caramelos en la fiesta, pero no podíamos hacerlo porque estaba lejos del pueblo y el candado estaba medio roto. Pero podríamos salir a pedir caramelos el mismo día de Halloween y un día antes hacer la fiesta. Y en eso quedamos.
Al final nos organizamos y un día antes hicimos la fiesta y el mismo día de Halloween salimos a pedir caramelos. Y el día de la fiesta, pues sí un poco de miedo pasamos, pero también reímos y disfrutamos que es o más importante de una fiesta. Aunque tuvimos una visita inesperada de unos compañeros de clase.
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